11Pero cuando Pedro fue a Antioquía tuve que
encararme con él, porque se había hecho culpable. 12Antes que llegaran ciertos
individuos de parte de Santiago, comía con los paganos; pero llegados aquéllos
empezó a retraerse y ponerse aparte, temiendo a los partidarios de la
circuncisión.
13Los demás judíos se
asociaron a su ficción y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar con ellos a
aquella farsa. 14Ahora que cuando yo vi que no andaban a derechas con la verdad
del evangelio, le dije a Pedro delante de todos:
-Si tú, siendo judío, estás
viviendo como un pagano y en nada como un judío, ¿cómo intentas forzar a los
paganos a las prácticas judías? 15Nosotros éramos judíos de nacimiento, no de
esos paganos pecadores, 16pero comprendimos que ningún hombre es rehabilitado
por observar la Ley, sino por la fe en Jesús Mesías. Por eso también nosotros
hemos creído en el Mesías Jesús, para ser rehabilitados por la fe en el Mesías
y no por observar la Ley, pues por observar la Ley "no será rehabilitado
ningún mortal" (Sal 143,2 LXX). 17Ahora, si por buscar la rehabilitación
por medio del Mesías hemos resultado también nosotros unos pecadores, ¿qué?,
¿está el Mesías al servicio del pecado? -¡Ni pensarlo!-, 18porque si uno
construye de nuevo lo que demolió una vez, demuestra uno mismo haber sido
culpable.
19Lo que es yo, estando bajo
la Ley morí para la Ley, con el fin de vivir para Dios. Con el Mesías quedé
crucificado y ya no vivo yo, vive en mí Cristo, 20y mi vivir humano de ahora es
un vivir de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. 21Yo no
inutilizo el favor de Dios; y si la rehabilitación se consiguiera con la Ley,
entonces en balde murió el Mesías.
EXPLICACIÓN.
11-21. Pablo
confirma su tesis relatando un encuentro que tuvo con Pedro en Antioquía (1).
Si alguien falla en la comprensión del evangelio, no es Pablo, sino los de
Jerusalén. Pedro, al llegar a Antioquía, entra en plena comunión con todos los
miembros de la comunidad; se sienta a la mesa con los paganos, actuando como
quien está libre de las prescripciones de la Ley judía. Al llegar emisarios de
Santiago, cambia la actitud de Pedro (12); por su culpa, se crea división en la
comunidad; los de origen pagano, que no se atienen a las prescripciones
religiosas judías, aparecen como cristianos de segundo rango. Los partidarios
de la circuncisión son los emisarios de Santiago, que exigen a los paganos la
circuncisión y la observancia de la Ley.
Retroceso respecto a la entrevista de Jerusalén. Ascendiente de Santiago
sobre Pedro. Éste quiere complacer a hombres (cf. 1,10). Lo mismo Bernabé (13).
Interviene Pablo. Valoración negativa de la conducta de Pedro y los otros.
Reproche público de ofensa pública. Denuncia de la hipocresía (14). Pecadores,
"descreídos". Inutilidad de la Ley para la salvación; fe común de
Pedro y de Pablo; sólo la adhesión (la fe) a Jesús como Salvador (Mesías)
libera de los pecados y crea la nueva relación del hombre con Dios (15-16). La
vuelta atrás significaría que Jesús, el Mesías, los ha engañado, que, en vez de
salvar (unir a Dios y así rehabilitar al hombre), hacía pecar (separaba de
Dios, dejando al hombre en su miseria) (17-18).
Cuando
era judío, Pablo vivía para la Ley, pues ésta concentra la atención del hombre
en la observancia de sus preceptos; es ahora cuando, libre de la Ley, vive para
Dios. Está identificado con la muerte de Jesús y la adhesión a él en su vida.
Decisión irreversible (19-21).
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