martes, 27 de marzo de 2012

CARTA A LOS GÁLATAS. V. APÉNDICE: LIBERTAD RESPONSABLE. 5,13-24.

               13A vosotros, hermanos, os han llamado a la libertad; solamente que esa libertad no dé pie a los bajos instintos. Al contrario, que el amor os tenga al servicio de los demás, 14porque la Ley entera queda cumplida con un solo mandamiento, el de "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19,18). 15Cuidado, que si os seguís mordiendo y devorando unos a otros, os vais a destrozar mutuamente.
              16Quiero decir: proceded guiados por el Espíritu y nunca cederéis a deseos rastreros. 17Mirad, los objetivos de los bajos instintos son opuestos al Espíritu y los del Espíritu a los bajos instintos, porque los dos están en conflicto. Resultado: que no podéis hacer lo que quisierais. 18En cambio, si os dejáis llevar por el Espíritu, no estáis sometidos a la Ley.
             19Las acciones que proceden de los bajos instintos son conocidas: lujuria, inmoralidad, libertinaje, 20idolatría, magia, enemistades, discordia, rivalidad, arrebatos de ira, egoísmos, partidismos, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. 21Y os prevengo, como ya os previne, que los que se dan a eso no heredarán el reino de Dios.
             22En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, tolerancia, agrado, generosidad, lealtad, sencillez, 23dominio de sí. Contra eso no hay ley que valga. 24Los que son del Mesías han crucificado sus bajos instintos con sus pasiones y deseos.

EXPLICACIÓN.

13-24.     La libertad, esencial al cristiano, no ha de servir para satisfacer el egoísmo; ha de ir guiada por el amor, que se muestra en el servicio (13). No hay que preocuparse más de observancias (la Ley): el amor lo es todo. En otras palabras: el hombre no se desarrolla según el designio de Dios por someterse a una serie de reglas; su única línea de desarrollo es la libertad e iniciativa en la práctica del amor; en eso se resumen las exigencias de la Ley misma (Lv 19,18; cf. Rom 13,8-10) (14). Preocupación por las disensiones y discordias que existen entre los gálatas (15).
               
                El Espíritu es amor y elimina la conducta egoísta (16). Incompatibilidad entre Espíritu y Ley; la vida recta se consigue sólo con la guía y fuerza del Espíritu; la observancia de la Ley es un callejón sin salida, por la violencia de los bajos instintos (17-18). Las conductas que proceden de la busca del propio interés vician las relaciones humanas (19-21). Contraste con las que proceden del impulso del Espíritu, que, por el contrario, establecen una relación humana abierta y positiva y no pueden ser impedidas por ninguna ley (22-23). La cruz de Jesús, manifestación suprema de su amor (cf. 2,20), señala la opción necesaria para los que le dan su adhesión: poner fin a todo egoísmo (24).

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